Ralle las papas y la cebolla. A continuación, escúrralas en un colador, apretándolas para que pierdan tanto líquido como sea posible. Viértalas en el bol grande, agregue el resto de los ingredientes excepto el aceite y bátalo todo. Trabaje con rapidez para evitar que las papas se pongan grises, pues al entrar en contacto con el aire se oxidan. Luego, encienda el horno a fuego bajo, para que se precaliente.

En la sartén coloque 3 cm. de aceite o la cantidad suficiente para cubrir los buñuelos y llévela a fuego medio/alto. Una vez caliente el aceite, vierta la pasta a cucharadas conviene untar la cuchara con un poco de aceite para que la pasta no se pegue, cada vez formando buñuelos en el aceite y fríalos hasta que la parte inferior se dore, unos 2 min.. Délos vuelta y fríalos hasta que se dore la otra cara, de 1 a 2 min. más.

Retírelos con una espumadera, póngalos sobre papel absorbente para quítarles el exceso de grasa y vaya distribuyéndolos en la fuente de horno.

Lleve la fuente con los buñuelos al horno para mantenerlos calientes. Repita la operación hasta terminar la pasta, añadiendo más aceite cuando sea necesario.