Forramos un molde desmontable con la pasta. Cubrir el fondo con papel albal, colocar encima garbanzos secos y hornear el molde.
Una vez frío, rellenar de crema pastelera y espolvorear de canela en polvo.
Pelar las manzanas y cortar en láminas finas colocándolas en forma de corona. Espolvorear con azúcar y hornear a 180 durante 20 minutos.
Calentar la mermelada, colocarla por un colador y con la ayuda de un pincel abrillantar la superficie de la tarta.