Cortamos por la mitad horizontalmente las rodajas de pescado y luego lo dividimos en pedazos de cuatro centímetros de lado, aproximadamente.
Picamos muy finamente las hojas de menta y las ponemos en un cuenco junto con el sake, la salsa de soja y el mirin. Agregamos los pedazos de pez espada, lo mezclamos para que se impregne de la salsa y lo dejamos en adobo alrededor de media hora, cuidando de dar vueltas a los trozos de pescado de cuando en cuando.
Rallamos el pedazo de jengibre y lo reservamos.
Calentamos una sartén grande y echamos un poco de aceite, tratando de que se distribuya por toda la base. Escurrimos los trozos de pez espada y guardamos el adobo. Freímos el pescado a fuego fuerte por tandas; hasta que se vuelvan de un color dorado oscuro.
Cuando tengamos listos todos los pedazos de pez espada, los volvemos a echar en la sartén. Agregamos el adobo, lo mezclamos y lo retiramos del fuego.
Servimos el pez espada repartiéndolo en cuatro raciones y adornado con la ralladura de jengibre.