Los mameyes se pelan, asegurándose de quitarles la membrana que cubre la pulpa para que no se amarguen. Se corta la pulpa en tajaditas delgadas y se pone en agua hirviendo un rato, se bota el agua y se repite la operación 3 veces. Se prepara un almíbar con azúcar y agua y se añaden las tajaditas de mamey, se dejan calar a gusto. Se agrega el jugo de limón y se sirve en una dulcera.
Tomado del libro Gran Cocina Colombiana, de Carlos Ordonez