El bacalao se remoja desde la víspera, se enjuaga bien y se pone al fuego con agua que lo cubra y una cebolla. Se debe de poner tres veces cambiando de agua y cuidando que no hierva. Después se escurre muy bien y se fríe en el aceite, lo mismo que los chiles pimientos, retirándose ambas cosas.
En esta grasa se fríen el jitomate asado y molido con el ajo y la cebolla; cuando reseca, se le agrega el bacalao, los chiles, las aceitunas, medio litro del agua en que se coció el bacalao, sal y pimienta, dejándose al fuego hasta que esté suave, pero procurando que no se deshaga. Se sirve muy caliente.