Precalentar el horno. Cortar la calabaza de manera que se pueda trabajar dentro de ella, retirando las semillas.
Introducir dos cucharadas de mantequilla, impregnando las paredes de la calabaza; espolvorear la sal y la pimienta en el interior y meter en el horno aproximadamente 20 minutos.
Mientras tanto en otra cazuela saltearemos las hojas de laurel, la zanahoria y el apio en dos cucharadas de mantequilla durante 10 minutos y remover. Añadir el caldo, llevar a punto de ebullición, añadir los tomates y corregir el punto de sal. Echar una pizca de harina.
Introducir la mezcla en la calabaza y hornear de 45 a 60 minutos hasta que este tierna pero no blanda.
Para servir, se inclina sobre el plato y se vierte el líquido del interior y parte de la calabaza rallada.