Salpimenta las lonchas de salmón y ponlas en una sartén antiadherente con tres gotas de aceite. Cuando el salmón esté doradito por los dos lados, retira a un plato y rocía con vinagre de sidra. En la misma sartén, pon aceite a calentar y dora los ajos fileteados. Rocía con este refrito el salmón y sirve.