Se ponen a cocinar las carnes y las vísceras en agua que las cubra por 2 horas. Cuando estén tiernas se sacan y se pican lo más finamente posible, se mezclan con el guiso y se dejan conservar por 15 minutos a fuego lento. Se sirven con fariña, farofa o arroz seco.
Tomado del libro Gran Cocina Colombiana, de Carlos Ordonez