Se cocinan los fríjoles en 6 tazas de agua hasta que queden blandos y caldudos, aproximadamente 45 minutos. Aparte, se adoban las costillas con el vino, romero, tomillo, laurel, pimienta y sal, se dejan marinar un poco. Luego se fríen en un poco de grasa hasta que se doren, se les agrega la cebolla, los ajos, los tomates y una taza del caldo de los fríjoles. Se deja conservar la preparación por 15 minutos y se mezcla con los fríjoles calientes, y se revuelve todo. Se sirve con arepas y arroz blanco.
Tomado del libro Gran Cocina Colombiana, de Carlos Ordonez