Vaciamos los calamares, les retiramos la piel externa y los lavamos bien bajo el grifo. Lo escurrimos y cortamos el cuerpo en tiras de unos dos centímetros de grosor y los tentáculos en grupos de dos o tres.
Pelamos bien el rábano blanco y lo dividimos en cuatro trozos a lo largo. Cortamos cada cuarto en láminas no demasiado delgadas para que resistan la cocción.
Mezclamos el agua, el sake y la salsa de soja, y agregamos los trozos de rábano blanco. Lo ponemos a fuego fuerte hasta que hierva. Bajamos el fuego y dejamos que cueza cinco minutos más.
Echamos los trozos de calamar y mantenemos a fuego lento durante otros veinte minutos.
Lo retiramos del fuego y lo servimos caliente en cuencos individuales.