Cuece los garbanzos —que habrás puesto en remojo en la víspera— en agua hirviendo con sal durante 45 minutos aproximadamente. Cuando estén casi a punto, añade la calabaza en trozos. En una sartén haz un sofrito con el ajo, la cebolla, el pimiento y el tomate picados junto con el laurel y sazona. Cuando esté pochado, agrega el pimentón rehogándolo y añádeselo todo a los garbanzos. Deja que se haga unos 10 minutos y sirve. Acompaña este plato con unas rebanadas de pan frito en aceite bien caliente.